jueves, 27 de febrero de 2014

El poder de lo abierto: ¿es ya una realidad?




La conferencia del lunes 24 de Joaquín Rodríguez “El poder de lo abierto: la transformación de la educación y de la edición universitaria en la era digital”, aborda un tema fundamental en la educación y la investigación, sobre todo desde la “era Internet”. Ya no es necesario esperar semanas, incluso más tiempo, para consultar los descubrimientos de los compañeros que están investigando los mismos temas de interés. Y tampoco es necesario que una editorial publique un artículo para que esté a disposición de los investigadores.

Es fundamental el ciclo del método científico: refutabilidad y reproducibilidad; para avanzar en el conocimiento científico es imprescindible conocer los avances rápidamente y seguir construyendo el conocimiento a partir de su aceptación o refutación.

Por otra parte, es también imprescindible el reconocimiento del investigador entre sus pares, y aquí es donde entran en juego las revistas científicas tradicionales y la “tiranía”, que mucha veces ejercen, con sus precios y sus condiciones de suscripción (ni siquiera de compra, si la biblioteca se ve obligada a cancelar la suscripción no se queda con ese material al que solo tenía acceso pero no ha comprado).

Las perversiones del sistema, como apuntaba Joaquín Rodríguez, ya han salido a la luz varias veces (él citaba este artículo de TheGuardian: How journals like Nature, Cell and Science are damaging science), también es verdad que los fallos del sistema en evaluación de revista en Open Access también han sido denunciadas (mucho que hablar dio el trabajo de John Bohannon, sobre GoogleScholar).

Las bibliotecas ya llevamos varios años intentando crear, mantener y promocionar los repositorios institucionales (en nuestro caso en la Universitat de València, Roderic), la mayoría de las editoriales permiten que los investigadores que publican en sus revistas dejen una copia (pre-print o post-print) de sus trabajos en un repositorio universitario, muchas veces tras un embargo que entorpece la efectividad de este proceso.

Creo, a título personal, que el avance debe venir desde el autoarchivo en estos repositorios institucionales o en la publicación directamente en editoriales o plataformas de acceso abierto, algunas ya existen, funcionan muy bien, tienen mucho prestigio y dan visibilidad y respetabilidad a los autores que publican en ellas (como PlOS, ArXiv…). Es un abuso, bajo mi punto de vista, que por publicar un artículo en Open Access en una editorial, digamos tradicional, el autor o la institución tengan que pagar cantidades cercanas a 3.000 euros por artículo.

No veo una solución a corto plazo, cuando escucho a un investigador que publica en abierto utilizando las distintas licencias que tiene a su disposición para proteger su trabajo y cuenta su grata experiencia, pienso que muy pronto el monopolio de las editoriales acabará; por el contrario, cuando escucho a otros investigadores hablar de sus descubrimientos como algo que solo se puede ver previo pago y con unas condiciones que compliquen mucho la copia, entiendo su postura, pero también entiendo que por extensión, se complica la difusión del conocimiento y la refutabilidad del método científico.

En este artículo de AntonioLafuente se explican los orígenes del movimiento Open Access y su relación con la filosofía del bien común (o procomún).

Y termino con una anécdota: "Poco después de un largo proceso de investigación y pruebas clínicas en 1955, la primera vacuna para combatir la polio había sido inyectada a 10 millones de personas en todo el mundo -posiblemente el producto farmacéutico más importante de la historia. Cuando le preguntaron al investigador porqué no había obtenido una patente sobre la exitosa vacuna, Jonas Salk respondió: "Sería como patentar el sol". Unas cuantas décadas más tarde, este punto de vista parece irrisoriamente pintoresco" (Dove 2002).

Eva Montilla Navas

3 comentarios:

  1. Muy interesante reflexión Eva, acerca de la conferencia de Joaquín Rodríguez y la diatriba de la publicación en revistas de impacto, Open Acces; apuntarse al Open Knowlegde o vender el sol...;)
    Diego G. Fabra

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    1. Es una anécdota más bonita que realista, pero... el proceso científico sería impensable sin apoyarse en lo que ya se ha descubierto, a partir de los cimientos es posible seguir creciendo ;)

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  2. La cuestión del acceso abierto a la producción científica creo que debería ser central en el debate sobre la ciencia y el conocimiento en el contexto actual. La inevitable sombre de la crisis acentúa más todavía la necesidad de abordar en profundidad esta cuestión. El conocimiento debería jugar un papel importante en los escenarios futuros. La pena es que da la sensación de que, al menos en nuestro país, este tema no termina de abrirse el hueco que merece. Todavía es habitual escuchar en la mayoría de los departamentos de las universidades comentarios que ubican el Open Access como una cuestión de “tecnohippies” poco apegados a la “realidad”. Por suerte parece que en otros países sí que se está debatiendo la cuestión. Así, por poner sólo un ejemplo, en el Reino Unido, la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de los Comunes ha abordado este tema, especialmente en el marco de la preocupación por las repercusiones económicas que una decisión u otra en relación a la política sobre el Open Access podría tener. Dejo en enlace de una diputada del parlamento escocés en el que refiere este debate e introduce alguna reflexión interesante. ¡Enhorabuena por el post!
    http://blogs.lse.ac.uk/impactofsocialsciences/2013/09/12/annmckechinopenaccess/

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